Este año descubrí que tengo una relación muy particular y estrecha con el pan dulce.No me reconozco como una asidua consumidora de pan dulce en las fiestas, ya que por lo general prefiero las garrapiñadas, el maní con chocolate, el mantecol, etc en cuando a dulce se refiere. Sin embargo, este año me encontré comiendo más pan dulce que de costumbre. No importa si tiene frutos secos o fruta abrillantada, voy y corto mi porción y lo devoro. Al rato (un par de segundos...) al no haber quedado satisfecha, voy y corto oooootro pedazo. Si no dijera STOP!, estaría así todo el día. Encima se come rápido, es esponjoso, no se que tiene!!!??
Lo que me pregunto es... ¿cuándo fue que desarrolle esta adicción al pan dulce? Jamás en la vida me gusto tanto. He llegado a pensar que los fabricantes le ponen algo adictivo porque sino no veo el motivo. Me han dicho que le ponen esencia y algo de oporto. ¿Seré adicta al oporto?
En este mismo momento me encuentro en mi habitación. Estoy segura que de pasar por la cocina no podría evitar cortarme otra rodaja. BASTAAA! no me conozco.
Necesito saber si a uds les pasa lo mismo, ya sea con el pan dulce o con otra confitura de estas fiestas. Espero que alguien diga que el pan dulce lo puede, para no sentirme tan sola en esta situación.
Saludos,
C.
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